Fuerte es la actual representación latinoamericana en Berlín, que se renueva cada semana. Son queridos invitados que no vienen a saquearnos, sino a aprender e introducirse en nuestra cultura. Por supuesto que los que han completado su aprendizaje también dan conciertos. Tal es el caso de José Barradas de México, quien presentó sus propias obras orquestales: la suite “De mi viaje por Flandes”, la obertura “Alemania y México”, una fuga para orquesta de cuerdas y otras piezas más. Talento y cabal formación se unen aquí a un esfuerzo serio y de altos vuelos.

Aún más cautivante es Enrique Soro de Chile, quien además brilló como pianista en su Concierto para Piano en Re Mayor. Sin embargo, como obra principal trajo una Sinfonía en La Mayor. Impera aquí una fuerte fantasía creativa, en la cual la melodía, verdadero elemento vital de la música, brota en rico y fresco caudal. Además de eso, una genuina personalidad sinfónica, cuya instrumentación porta aún rasgos clásicos. Pero este extraordinario talento obtuvo su excelente formación en Italia.

Por un programa conservado en el Archivo de Música de esta Fundación sabemos que Enrique Soro tuvo el honor de ver interpretada su música por la Orquesta Filarmónica de Berlín un 23 de diciembre de 1922.