Justamente hoy, primer día del mes de marzo de 2024, en la ciudad Suiza de Lucerna se ha presentado la profesora y concertista en piano Svetlana Kotova con una ponencia en la 46 Conferencia Internacional EPTA (European Piano Teachers Association) titulada «G. Soro and E. Soro: european legacy in chilean music».
En esta oportunidad Svetlana expuso sobre el tema y enseguida interpretó las siguientes piezas al piano:
Giuseppe Soro, Il Sospiro (Notturno) Op.11
Enrique Soro, Notturno in B major (1928-1929)
Giuseppe Soro, Pensiero Elegiaco Op.16
Enrique Soro, Novelletta (1904)
Enrique Soro, Gato Juguetón (Escenas de gatos, 1929-1950)
Giuseppe Soro nació en Alessandria (Piamonte, Italia) alrededor de 1835. Estudió composición y se convirtió en pianista y profesor. En la década de 1860 emigró a Uruguay y luego Argentina, donde desarrolló gran actividad como compositor y pianista. Alrededor de 1875 cruzó la cordillera y visitó Chile. Existe documento que acredita que participó en la Exposición Internacional de 1875 (*) realizada en la Quinta Normal de Santiago (Chile). A principios de 1880 se sabe que se encuentra viviendo en la ciudad sureña de Concepción (Chile) donde al poco tiempo contrae matrimonio con la Srta. penquista Pilar Barriga Muñoz. De esta unión nacieron seis hijxs. El tercero de ellxs (nacido en 1884) fue bautizado como Enrique, ya que había nacido el 15 de julio (por aquellos años día de San Enrique).
Sabemos que fue Giuseppe el que inició a su hijo en el amor por la música, pero también sabemos que esta influencia fue más emocional que formal (juguetona, lúdica, gestual, impulsiva, sensitiva), ya que en enero de 1888 muere de un derrame cerebral, dejando esta labor vital suspendida. Sin embargo ese germen gestado junto a su padre fue tan poderoso que los siguientes profesorxs (Clotilde de la Barra y Domingo Brescia) no hicieron más que alentar, cultivar y expandir esa potencia que ya traía desde sus años de niño, muy niño. Lo demás ya es conocido: creció, fue becado a Europa, estudió en el Conservatorio de Milán, regresó a Chile para colaborar activamente en la construcción de las bases de la música chilena … y tantas otras actividades que no aquí no caben…
(sin embargo vale la pena mencionar las palabras de Domingo Santa Cruz, dichas durante la entrega del Premio Nacional de Artes (1948)
«…le agradezco toda su obra que es piedra angular en la gloria intelectual de Chile».
La eximia pianista Svetlana Kotova se ha convertido con el el tiempo en una profunda conocedora del «Sonido Soro». Lleva años participando en proyectos y conciertos en los que ha trabajado por la difusión del legado de este gran músico que es Enrique Soro.
La Fundación Enrique Soro agradece y felicita su aporte del rescate de la obra de Soro, dando así la posibilidad que las jóvenes audiencias no se pierdan este tesoro escondido que es su legado.
En el siguiente link se encuentra una referencia a la presencia de Giuseppe Soro en 1875 en Chile.